Con la llegada del sol ha comenzado oficialmente la temporada de aperitivos en compañía, quizás al aire libre, en una terraza o en el jardín.
Tomar el aperitivo es una tradición que, con el buen tiempo y el verano, se vuelve aún más especial. Es el momento perfecto para relajarse después de un día de trabajo, reunirse con amigos o simplemente disfrutar del atardecer con amigos. Con el buen tiempo, el aperitivo suele trasladarse al aire libre: terrazas, jardines y bares al aire libre se convierten en los lugares ideales para brindar y picar algo bueno.
Durante el aperitivo, la elección de los vinos juega un papel fundamental. Para refrescar y abrir el apetito se prefieren vinos ligeros y aromáticos. Entre los blancos, un Vermentino fresco o un Pinot Grigio afrutado son perfectos. Si prefieres un vino rosado, el Rosé della Provence o el Chiaretto del Garda son excelentes opciones, gracias a su ligereza y notas florales. Para los amantes de las burbujas no pueden faltar un Prosecco , un Brut Spumante o un Franciacorta, ideales para brindar y empezar la velada con vivacidad.
Acompañados de aperitivos como aceitunas, bruschetta, quesos y embutidos, estos vinos hacen del aperitivo un momento de pura alegría y convivencia.