Tenuta di Artimino
La Tenuta di Artimino es una antigua realidad toscana con raíces milenarias, que se hunden en la noble tradición de los vinos de la zona de Carmignano y Artimino, famosa desde el siglo XVII e incluso mencionada en un edicto de Cosimo III de 'Medici. La finca fue comprada en los años 80 por la familia Olmo, que aún hoy la gestiona con gran pasión y respeto por las costumbres locales. La propiedad cubre un total de 700 hectáreas, de las cuales 70 son viñedos, que se ubican alrededor de la antigua Villa Medicea, Patrimonio de la Unesco, en un espléndido paisaje rural. Los viñedos se llevan a cabo en perfecta armonía con un contexto medioambiental incontaminado, aplicando rigurosamente los principios de una agricultura responsable y sostenible. Es una zona de la Toscana con un carácter particular, que expresa vinos con una personalidad única e inimitable. Además del Sangiovese, que siempre ha estado presente en estas tierras, se cultiva Cabernet (Franc y Sauvignon), que parece haber sido introducido por Caterina del Medici en el siglo XVI, mucho antes de que se hiciera famoso en la zona de Bolgheri. A estas dos grandes cepas se sumaron también la Merlot, la noble uva de Burdeos capaz de dar vinos con fruta suave y elegante, y la Syrah, la variedad reina del Valle del Ródano. En la base del renacimiento de Artimino Estate está la tenacidad de un gran hombre como Giuseppe Olmo, ciclista y luego exitoso empresario, que quedó fascinado por la belleza de estos lugares. La finca está dividida en dos áreas, de un lado están las suaves colinas de Carmignano y del otro la preciosa zona de Chianti de Montalbano, separada por el curso del río Arno, que ayuda a crear un microclima templado, ideal para viticultura. Los suelos están compuestos por areniscas y arcillas, con presencia de vetas calizas y arenas, que insisten en un sustrato rocoso, formado por piedra Serena del canto rodado toscano. Los viñedos están ubicados a una altitud entre 200 y 400 metros sobre el nivel del mar, divididos en diferentes parcelas que gozan de excelentes exposiciones soleadas. Es un terruño ideal para una viticultura de alta calidad, basada en rendimientos bajos y uvas con aromas intensos y concentrados. Los vinos son pura expresión de las mejores tradiciones de la zona y reflejan fielmente la afortunada combinación de uvas autóctonas e internacionales, fruto de una larga historia y tradiciones que no han cambiado.