Ridolfi
La familia Ridolfi es una histórica familia toscana, presente en Florencia desde el siglo XIII. Siempre vinculada a las tierras de la región, la rama sienesa de los viñedos de propiedad familiar en las zonas más preciosas de la Toscana para el vino, en particular en la famosa zona de Montalcino y en las colinas de Larciano, al oeste de la ciudad de Florencia. . Hoy en día las propiedades están gestionadas por la familia Peretti, que sigue elaborando vinos siguiendo las tradiciones más antiguas del territorio, capaces de expresar con autenticidad las mejores excelencias de lugares de alta adecuación. La sede de la empresa Ridolfi se encuentra en Mercatali, su nombre proviene de la antigua costumbre del lugar, por albergar un importante e histórico mercado agrícola. La bodega no está lejos de la famosa Strada del Brunello, a una altitud de unos 300 metros sobre el nivel del mar. La propiedad cubre un total de 30 hectáreas, de las cuales poco más de 11 viñas de sangiovese grosso para producir Brunello di Montalcino, otras 7 hectáreas destinadas a la producción de Chianti dei Colli Senese y Rosso di Montalcino y el resto a olivares cultivados con el cultivar Correggiolo. . Los viñedos se encuentran en el lado noreste del famoso cerro Montalcino, en una zona especialmente adecuada.
La mayoría de los viñedos en producción tienen unos 15 años y han sido plantados con clones Sangiovese grosso, especialmente indicados para la elaboración de vinos de larga crianza. Tenuta Rocchetto se encuentra, en cambio, en la zona de Chianti, en una maravillosa zona montañosa a una altitud entre 60 y 200 metros sobre el nivel del mar. La superficie total es de 22 hectáreas, de las cuales 5 son viñedos y el resto se destina a olivar. Las vides se cultivan bajo agricultura ecológica, en pleno respeto de la naturaleza, sin el uso de productos químicos y con tratamientos basados únicamente en cobre y azufre, para combatir el mildiú y mildiú polvoriento y aplicando las prácticas de confusión sexual para combatir las polillas. La filosofía de la bodega siempre ha estado guiada por el afán de elaborar vinos de calidad, que supo representar el territorio de la mejor manera posible. Los suelos adecuados, un clima fresco, suave y siempre con brisa, constituyen un hábitat ideal para Sangiovese y, en general, para las variedades de uva tinta, tanto autóctonas como internacionales. La finca se ha mejorado con una cuidada gestión, que implica la vinificación parcelaria de viñedos individuales. Una elección que permitió resaltar las peculiaridades de cada pequeña zona, con el fin de crear vinos capaces de expresar fiel y auténticamente el terruño. El trabajo en la bodega se realiza con mínimas intervenciones, con el máximo respeto por la uva de alta calidad.