España, el bosque, los carboneros, los leñadores y las hileras de mulas cargadas de leña, la revolución industrial, las minas, las huertas, un florentino, por fin, el vino que sintetiza todo. La empresa MorisFarms se ocupa de todas estas peculiaridades, intentando recrearlas con éxito en sus productos. La familia Moris se instaló en Maremma, en Grosseto, siguiendo los pasos de los presidios de Felipe II de España y desde el siglo XIX ha contribuido al desarrollo industrial de la sociedad italiana. El punto de inflexión en el sector vitivinícola, sin embargo, comenzó en 1977 cuando Adolfo Parentini se casó con Caterina Moris y cambió por completo la cara de la empresa, que de una simple finca comenzó a equiparse para convertirse en un lugar donde se lleva a cabo la viticultura de alto nivel. En 1988 Adolfo y Caterina presentaron Moris Farm en Vinitaly y, después de cuidadosas evaluaciones, decidieron crear un vino que simbolizara la finca, el Avvoltore , que toma su nombre del cerro del mismo nombre en el que Parentini había creído e invertido mucho. MorisFarms y su Avvoltore fueron consagrados definitivamente en 1988 por Wine Spectator, quien celebra una empresa que tiene el coraje de comercializar su vino más prestigioso solo en los mejores años. La valentía de esta familia en prever y manifestar ciertas características en sus vinos, como la suavidad del tanino y la salubridad del viento marino, ha ampliado nuevas fronteras del mercado y del gusto enológico, buscado y celebrado en todo el mundo.