Johnnie Walker
El whisky Johnnie Walker nació en 1820, cuando el fundador epónimo, John Johnnie Walker, comenzó a aplicar sus conocimientos como licuadora de té de whisky en su tienda de comestibles en Ayrshire. En 1857 el hijo mayor, Alexander, heredó el negocio familiar y, unos años después, con sus hijos George y Alexander Junior, la empresa inició el imparable ascenso hacia el éxito: ya en 1920 la marca era conocida en más de 120 países, convirtiéndose en el whisky más conocido y vendido del mundo. Además de la forma cuadrada del frasco, la etiqueta inclinada con el "Striding Man", el hombre que camina con paso seguro, ayuda a que sea un producto inimitable y de fuerte personalidad.