Jacopo Biondi Santi es una de las principales figuras del mundo del vino italiano. Su historia está íntimamente ligada a la famosa Tenuta del Greppo di Montalcino, una de las parcelas más preciadas de todas, capaz de dar vinos extraordinarios. Los vinos Biondi Santi ya eran famosos en el siglo XIX, premiados en la Exposición Universal de París de 1867 y reconocidos como excelencia en la tierra de la Toscana. Tras el período oscuro de la filoxera, las cepas de Greppo se replantaron utilizando los vástagos de las mejores plantas e introduciendo la práctica de la selección masiva de Sangiovese para mejorar progresivamente su calidad. Así nacieron las bases de un gran vino, que desde principios del siglo XX empezó a ser apreciado como uno de los mejores tintos producidos en Italia. Durante la década de 1970, Franco Biondi Santi reanudará y completará la selección de clonación iniciada a mediados del siglo XIX. Gracias a la colaboración con la Facultad de Agricultura de la Universidad de Florencia, se eligieron las mejores plantas en el período de 5 cosechas, hasta que se identificó el famoso clon BBS / 11 (Brunello Biondi Santi, cepa n ° 11), replantado sobre los nuevos esquejes. Tenuta del Greppo, presente en los mapas catastrales más antiguos de Montalcino, se encuentra a una altitud entre 385 y 507 metros. Los suelos son pobres, con abundante presencia de margas y magníficamente expuestos. El microclima es bastante seco, con considerables variaciones de temperatura, que favorecen el desarrollo de perfumes y aromas intensos y elegantes. En 2013, tras la muerte de su padre Franco Biondi Santi, Jacopo tomó las riendas de la bodega, continuando la historia centenaria de una de las familias vinícolas más famosas. Después de su experiencia personal en la tierra de Maremma, que comenzó a finales de los años 90 con la adquisición del magnífico Tenuta Montepò, Jacopo Biondi Santi continuó su aventura en Montalcino en nombre de la tradición. Si la Maremma, con sus tierras vírgenes, representa el lugar de la experimentación y la innovación, la Tenuta il Greppo es el lugar de la historia y las costumbres antiguas. Montalcino es la memoria de la familia Biondi Santi, el lugar de los recuerdos, de un camino de generaciones, que sin interrupciones e incertidumbres, ha atravesado los siglos en nombre de la continuidad. Con la entrada de Jacopo la filosofía de la empresa no ha cambiado y los vinos se han mantenido fieles a una identidad consolidada en el tiempo. Por supuesto, los vinos no son inmutables y cambian lentamente siguiendo la evolución enológica y, en parte, el gusto de los consumidores. Si la reserva siempre sigue siendo el vino familiar tradicional, el Brunello di Montalcino de cosecha y sobre todo el Rosso di Montalcino, en comparación con el pasado, son vinos más agradables para beber en la juventud, sin tener que esperar décadas para apreciar su plena madurez expresiva.