La historia, siempre que sea importante, es la de Clos De Papes, que se encuentra en la zona de AOC Châteauneuf-du-pape, en el valle sur del Ródano. De hecho, Paul Avril, que empezó a vender sus vinos bajo el nombre de Clos de Papes en 1896, fue también una de las figuras en torno a las que nació la denominación Châteauneuf-du-pape. Con una tradición transmitida de padres a hijos, la empresa se ha distinguido en la región como una de las más prolíficas y aún hoy produce de la más alta calidad Châteauneuf-du-pape rouge. Los viñedos se extienden sobre 34 hectáreas de propiedad, en 24 parcelas separadas, todas en el municipio de la denominación homónima: 4 hectáreas están destinadas a Close de Papes Blanc, mientras que las restantes son para la producción de uvas como Garnacha, Syrah, Mourvèdre y otras vides permitidas por la especificación. Todos los viñedos han sido certificados como orgánicos desde 2011. La diversidad de suelos y viñedos son la fuerza y el rasgo distintivo de Châteauneuf-du-pape rouge, un vino y una marca que ahora son famosos y apreciados en todo el mundo.