Caparzo ha representado durante más de cuarenta años una pieza importante de la historia de Brunello di Montalcino y una tradición ligada a una producción de vinos con un estilo clásico y elegante. Sus etiquetas se encuentran entre las mejores excelencias de este famoso rincón del vino toscano, conocido por entusiastas de todo el mundo por sus extraordinarios tintos a base de Sangiovese. La finca toma su nombre de la localidad de Caparzo, que se encuentra en el costado del antiguo pueblo medieval de Montalcino. La propiedad cubre un total de 200 hectáreas, de las cuales aproximadamente la mitad están dedicadas al cultivo de la vid y el resto al olivar y bosque, lo que ayuda a asegurar una rica biodiversidad del ecosistema natural. Los viñedos se han plantado en las zonas más adecuadas a una altitud entre 250 y 300 metros sobre el nivel del mar, con orientación sur y sureste. El clima fresco y continental, siempre bien ventilado y con considerables variaciones de temperatura entre el día y la noche, es perfecto para llevar la uva de calidad a la madurez.

Las cepas tienen sus raíces en suelos arcillosos y arenosos, pero con diferencias considerables entre las parcelas individuales. El Sangiovese destinado a producir la uva para Brunello se cultiva en zonas con diferentes suelos y microclimas, de modo que, en el momento de la mezcla, se puede obtener cada año un tinto equilibrado, la suma de características complementarias, que contribuyen a dar armonía y complejidad. . En la zona de “La Casa”, los viñedos se ubican sobre suelos ricos en lutitas y margas; en la localidad "La Caduta" los suelos son rocosos, compuestos principalmente por areniscas y esquistos; los viñedos de “Il Cassero” se caracterizan por terrenos de arenas con presencia de esquistos, similares a los de la parcela de “San Pietro-Caselle”. La atención de la bodega está obviamente centrada en el cultivo de Sangiovese, sin embargo entre las filas hay otras cepas: la histórica moscadello y las uvas internacionales cabernet sauvignon, syrah, petit verdot chardonnay, sauvignon blanc y traminer. Los vinos de Caparzo se caracterizan por haber mantenido su identidad en el tiempo, sin concesiones fáciles a las modas del momento. Son etiquetas con un rostro refinado y tradicional, que permiten conocer el auténtico rostro de Montalcino y sus grandes tintos.