Mendoza
Mendoza es, con mucho, la región vitivinícola más grande de Argentina, ubicada en el oeste en una meseta de gran altitud en el borde de los Andes. Los viñedos se concentran principalmente en la parte norte de la región y cubren el 70% de la producción vitivinícola argentina. La uva Malbec, importada por el agrónomo francés Miguel Aimé Pouget, ha encontrado plena ciudadanía en esta parte del Nuevo Mundo, tanto es así que los vinos tintos obtenidos a partir de esta variedad de uva, muy concentrada e intensa, se han hecho famosos en todo el mundo. : Luján de Cuyo, el Valle de Maipú y el Valle de Uco albergan algunos de los nombres más importantes del vino argentino. La historia vitivinícola de la región se remonta a la época colonial, con las primeras vides plantadas por los sacerdotes de la orden de los jesuitas a mediados del siglo XVI. La producción antes destinada al uso interno, experimentó una floreciente expansión en 1885 con la construcción de una vía férrea que conectaba Mendoza con la capital Buenos Aires, favoreciendo el transporte y comercialización del vino fuera de la región. Los viñedos situados a altitudes importantes, generalmente entre los 800 y los 1.200 metros sobre el nivel del mar, pueden beneficiarse de un clima más templado que el muy cálido y seco que se puede encontrar en las altitudes bajas. Además, la considerable excursión entre el día y la noche, debido a la intervención de los vientos fríos del oeste, provoca una ralentización de la maduración que aporta sabores más ricos y maduros a las uvas. Los períodos de vendimia siempre cálidos y secos permiten a los viticultores elegir el momento más adecuado para la vendimia basándose únicamente en el estado de maduración alcanzado y decidir con mayor libertad los estilos de elaboración que pretenden adoptar para sus vinos. El suelo seco y poco fértil es perfecto para el cultivo de la vid, obligada a desarrollar raíces muy profundas para alcanzar el agua y el alimento que necesita, produciendo bayas pequeñas y concentradas que darán vida a vinos estructurados, minerales y taninos Decidí. Además del Malbec, en Mendoza también hay espacio para el cultivo de las uvas Cabernet Sauvignon, Syrah, Chardonnay, Torrontés y Sauvignon Blanc, pero el camino de la región como productor de vinos espumosos de calidad también acaba de comenzar. La belleza natural de la zona la convierte en un popular destino de enoturismo.