Languedoc-Rosellón
Languedoc-Roussillon nació como región administrativa en 1980. Desde 2016 se incluye en la Occitania más amplia, tras la fusión con Midi-Pyrénées. Situado cerca de la costa mediterránea, se extiende hacia el norte hasta las ciudades de Nimes y Montpellier y limita con España al sur. En su interior incluye varias denominaciones como Côtes du Roussillon, Minervois y Banyuls así como la IGP Pays d'Oc que puede ser utilizada para vinos producidos en casi todo su territorio. Languedoc y Roussillon son dos áreas diferentes tanto desde el punto de vista cultural como geográfico. Culturalmente, Languedoc es más afín a la tradición francesa, mientras que Rosellón muestra claras influencias hispano-catalanas. La región es en general cálida y seca, con un clima mediterráneo, sin embargo, los viñedos de Languedoc se concentran más en la llanura costera, mientras que los de Roussillon se encuentran en su mayoría encaramados en las laderas de los Pirineos. La producción es muy variada e incluye expresiones muy diferentes: desde los vinos espumosos Blanquette de Limoux obtenidos de la variedad autóctona Mauzac, hasta los vinos rosados de las Côtes du Roussillon y los tintos generosos de Banyuls. A diferencia de otras regiones favorecidas por el transporte fluvial interior, la demanda de vinos de Languedoc-Roussillon solo aumentó tras la construcción del primer sistema ferroviario.