Detalles del producto
Descripción
Para la casa Krug Champagne, cada añada es una celebración del carácter distintivo de una añada específica. Krug 2011, apodado "Rotondità Vivace", es una expresión única y vivaz de la añada, que representa una obra maestra de equilibrio y delicadeza. Producido por la prestigiosa Maison Krug, este champán es el resultado de un ensamblaje meticuloso, en el que domina el Pinot Noir con casi el 46% de la mezcla, seguido del Chardonnay con un 37% y el Meunier con un 17%. Esta composición refleja una temporada de cultivo particularmente desafiante, con un clima inestable que creó una cosecha memorable.
La vinificación de Krug 2011 es el resultado de más de diez años de maduración en bodega, proceso que ha permitido a este Champagne desarrollar una complejidad y estructura sorprendentes. La rigurosa selección de uvas y el envejecimiento prolongado contribuyen a un rico perfil aromático y una persistencia de sabor excepcional. El meticuloso enfoque de Krug en la elaboración del vino se refleja en la consistencia y armonía de las diferentes añadas, destacando Krug 2011 por su frescura a pesar de los desafíos climáticos.
Visualmente, Krug 2011 se presenta con una tonalidad dorada intensa y brillante. En nariz emergen aromas de albaricoques frescos, frutas blancas y notas de carambola y cítricos frescos, enriquecidos por matices mentolados y regaliz con un toque de hoja de albahaca. En boca, el paladar se ve envuelto por sabores de frutas cocidas y caramelizadas, frutos secos y mermeladas, con notas de mazapán, azúcar de cebada, praliné, miel y avellanas. Acentos de humo, tomillo y romero evocan un paseo de verano por el matorral mediterráneo, mientras que un final animado persiste con naranja sanguina, sal marina y ralladura de pomelo.
En cuanto a maridajes, Krug 2011 marida de maravilla con carnes a la brasa, shish kebab o brochetas griegas y crustáceos de fuerte carácter como el cangrejo negro. Su carácter opulento y fresco también lo hace ideal para acompañar platos y postres especiados como la tarta de ruibarbo y la mermelada de naranja amarga, realzando sus sabores intensos y su rica estructura.