Los matices del vino y la cerveza
Aromas como la salvia, el hinojo, el laurel, la albahaca, la lavanda, el orégano y las resinas nobles, el pino, el incienso y el enebro.
Suele estar presente en los vinos jóvenes. Los blancos recuerdan a las flores blancas, los tintos a las rojas. Acacia, espino, rosa, iris, geranio, azahar, madreselva, tilo, violeta, narciso, jazmín, retama.
Se puede encontrar en los vinos más complejos o envejecidos. Higo seco, almendra, avellana, nuez, coco, ciruela pasa, pasas, mermelada, fruta cocida.
En los vinos blancos encontramos frutas de pulpa blanca: albaricoque, piña, plátano, membrillo, cítricos, frutas exóticas. En los vinos tintos, frutas con pulpa roja: cereza, fresa, grosella, frambuesa, mora, ciruela.
Aromas de la madera en la que se ha conservado el vino. Roble, acacia, caja de puros.
Suele encontrarse en vinos complejos. Anís, canela, clavo, regaliz, nuez moscada, jengibre, pimienta, vainilla, azafrán.
Generalmente ligado al envejecimiento en madera. Ahumado, quemado, cocido y luego cacao, café, cebada tostada, chocolate, caramelo, almendra.
Típico de algunas uvas aromáticas. Hierba, helecho, heno, limoncello, hoja de tomate, salvia, hojas, cáscara de nuez, pimiento verde, setas, trufas, almizcle, humus.
Viene dado por el tipo de lúpulo utilizado y por la presencia de hierbas aromáticas, combinadas con el mosto al final de la ebullición. Puede variar desde aromas de bayas de enebro, bayas secas de arándano, hojas de manzanilla.
Se puede encontrar en muchas cervezas de baja fermentación como Rauchbier, Schwarzbier y Marzen, y en algunas Scotch Ale o Strong Ale. Procede del tostado de la malta que puede dar a la cerveza aromas caramelizados, tostados, ahumado
Suele encontrarse en las Indian Pale Ale y las Pilsener. Proviene de una importante presencia de lúpulo que se manifiesta en aromas con regusto amargo o incluso afrutado, según el tipo de lúpulo utilizado.